Los «needs» me están ahogando

8 de Mayo 2019, by Pau

Hacer diagnósticos o simplemente juzgar sobre un análisis de datos frío no deja de ser en algún caso injusto; siempre habrá excepciones. Sin embargo cuando existen ratios o números de referencia contrastados la mayoría de las veces los debemos tomar como un ejemplo. Por norma general usted no es una anomalía del sistema y debe someterse al juicio de las pocas referencias objetivas que están a su alcance. ¿Se asustó en su comparación con la fórmula del equilibrio financiero personal? ¿No entiende todavía el porqué de este criterio? ¿No sabe cómo debe interpretar los datos? El objetivo del post de hoy es explicarles los casos más comunes de situaciones financieras personales y analizar las posibles causas.

Caso A, la familia de clase baja o media-baja. Usted no genera savings, o peor todavía, consume sus ingresos futuros mediante deuda. Seguramente en su análisis le saldrán unos needs mucho más elevados que el 50%, llegando a >70%. La hipoteca o alquiler, el coche, el Súper, los colegios, etc le comen todo su margen posible de ahorro y no tiene ni si quiera colchón para poder permitirse el mínimo ocio que desearía.

Recomendación general: los needs-housing en un escenario de equilibrio no deben superar un 35% de sus ingresos netos. Si usted está muy por encima de este parámetro seguramente vive en una casa que no se la puede permitir o en una zona o barrio residencial por encima de sus posibilidades. Es el caso de una gran mayoría de familias independientemente de su clase o posición social. Si usted está de alquiler, plantéese moverse a una zona alejada del centro de la ciudad o un barrio menos caro. Si tiene una hipoteca o está planteándose tenerla, tenga en cuenta que por encima de un 40-45% está entrando en un territorio peligroso para una economía sostenible en el medio-largo plazo.

Las familias tipo A a menudo tienen unos ingresos tan moderados que hacen imposible bajar el % de needs sin aumentar el denominador de la formula. No pueden rebajar más los gastos de vivienda ya que éstos son el umbral mínimo para vivir en un sitio digno. En estos casos deben focalizarse en aumentar ingresos y eliminar todo el resto de gastos estrictamente imprescindibles. Si ya ha revisado los gastos una y otra vez reiteradamente, se ha quitado lo superfluo, tiene una vida frugal, no gastan en lujos y aun así no son capaces de generar ahorro y consumen lo más necesario gracias a la deuda, les recomendaría que no desesperen, la vida a veces no ha dado las mismas oportunidades a todo el mundo o las decisiones pasadas no se tomaron con los mejores criterios y nos arrastran hasta los días presentes. Está en sus manos poderlo cambiar; deje la sección de crecimiento financiero para más adelante y focalícese en la de crecimiento profesional y personal; seguramente deberá formase y buscar fuentes de ingresos adicionales hasta llegar el momento de volver a esta fase otra vez.

Caso B, la familia de clase media o media-alta. Usted tiene capacidad de ahorro pero éste es mucho más moderado de lo que aparece en la fórmula tipo. Tiene unos ingresos estables pero sus % están por encima de lo ideal: needs-housing 40-50%, needs-utilities 15-25%, wants 30-40%. Es el caso más común y dónde se encuentran la mayoría de familias. Mi opinión es que la mayoría de familias viven por encima de sus posibilidades y tendrán problemas futuros sino tienen rentas ajenas que le aseguren un sustento a largo plazo. No cuente con la Seguridad Social de su país para su jubilación, es una estafa piramidal tipo Ponzi.

Recomendación general: el gran problema de las familias actuales son sus elevados needs, superando a menudo un 60/70% de sus ingresos netos. Viven en casas que no se pueden permitir, gastan en coches que no pueden mantener y llevan a sus hijos a unos colegios elitistas con la promesa de una mejor educación y futuros brillantes. Es una burbuja que les explotará con el tiempo. Debe contener los needs alrededor del 50%. Si usted tiene una hipoteca considerable, cuide los gastos en utilities ya que normalmente su rebaja es más accionable. Piense bien antes de comprometerse en gastos fijos a largo plazo y asegúrese que ahorra de forma sostenible para mantener un nivel de gasto el día que le bajen los ingresos, sea por accidente o por edad de jubilación.

El otro gran problema de las familias tipo B es que gastan en wants mucho más de lo que deberían. Si no pueden permitirse una segunda residencia seguramente su gasto en restaurantes y vacaciones es elevado respecto a sus ingresos. Si tienen más poder adquisitivo, la segunda residencia dispara los needs, las utilities y los wants del desplazamiento y los requerimientos de un entorno distinto al de la ciudad. Las familias más prudentes dentro este tipo son aquellas que sacrifican su ocio (wants) para ahorrar ya que tienen unos needs por encima de sus posibilidades. Este caso puede ser más sano financieramente que no ahorrar, pero no tener recursos para el ocio es no tener tiempo para airear nuestros problemas, alimentar nuestras relaciones o fomentar nuestra salud mental. Creo que sacrificar todo esto para tener unos needs mejores debe ponerse en cuestión; el equilibrio debe ser la pieza clave para nuestra felicidad en un sentido holístico de nuestra vida.

Caso C, la familia de clase alta. Este tipo de familia puede encontrarse en una situación similar al tipo B en alguna ocasión ya que, es verdad que sus ingresos son muy altos, pero normalmente sus gastos en needs y wants también lo serán en consonancia. En esta tesitura vital sus ahorros deben ser también altos para mantener unos gastos fijos estructurales y hábitos de consumo exigentes el día que dejen de tenerlos; el porcentaje en conclusión deberá mantenerse. Las dos grandes excepciones de esta clase son en primer lugar el patrimonio o los rendimientos no salariales, y en segundo lugar el nivel de ingresos sobre el valor de las cosas.

  • Patrimonio y rendimientos no salariales: todo nuestro enfoque de crecimiento financiero está planteado en llegar a tenerlos. Aun así, estos primeros post están enfocados a generar las bases para llegar a este punto. Si usted tiende rentas familiares que le generan suficientes ingresos para no trabajar (normalmente dividendos de empresas o alquileres), o puede liquidar activos para vivir sin preocupaciones el resto de su vida sin trabajar (patrimonio), preocúpese de cuadrar a cero sus gastos e ingresos vitales y a educar a sus hijos en todo lo que no habrá practicado durante su vida si no les deja apañados. Las familias que prosperan y llegan a clase alta, empiezan con pocos activos heredados y generan ahorro suficiente para crecer y reinvertir hasta generar un modelo mixto de rentas por el trabajo más otro tipo de rentas. Este modelo es el que pretendo orientarles. Cuando lleguen a él, sumaran las otras rentas a sus ingresos netos, y podrán aumentar los % en gastos a todos los niveles.
  • Nivel de ingresos sobre el valor de las cosas: hablar de % en un nivel de ingresos millonario no tienen sentido ya que el denominador de la ecuación gasto/ingreso puede ser tan monstruoso que deja los números propuestos en una ficción. Ejemplo: si en su pueblo la casa más cara vale 1 millón de euros y usted cobra 10 millones de euros anuales, podría pagar su casa en un año y tendría unos needs de 10-15%. En los casos de rentas muy pequeñas puede pasar lo mismo a la inversa como hemos comentado.

Recomendación general: si usted está dentro de los parámetros sugeridos o incluso mucho mejor, le sugeriría que gaste, disfrute y aproveche la vida si su salud o situación personal se lo permite. La visión latina de la vida nos arrastra siempre al lado negativo de las finanzas ya que pecamos por exceso de gasto más que por defecto. El objetivo último de las finanzas personales es poder llevar una vida placentera de inicio a fin y que el dinero sea un instrumento más que nos permita hacerlo.

Seguramente usted ya sabrá cuál es su situación y en qué grupo se encuentra después de haber leído estas líneas. La mayoría de ustedes estarán en una posición de “debería gastar menos” o “gasto lo adecuado según la fórmula pero me gustaría gastar mucho más”; en los próximos post iremos profundizando más sobre el porqué de ahorrar y como priorizar y organizar gastos para poder cumplir nuestros objetivos.

Thomas J. Stanley

Thomas J. Stanley

Escritor estadounidense